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viernes, 24 de diciembre de 2010

Nochebuena 2010 - Laguna de Peñalara / Refugio Zabala

En busca de los fantasmas que nos acompañan ¡¡ Feliz Navidad !!
Peñalara, 24 de diciembre de 2010


Hoy es un día especial .... en realidad una noche especial, Nochebuena.

La mañana se ha levantado fría y el sol trata de abrirse camino entre las nubes. Estos últimos días ha nevado en la Sierra del Guadarrama y qué mejor plan que subir a la montaña y pasear los pensamientos en solitario.

Las tablas al coche y camino del Puerto de Cotos. La niebla es densa pero el Sol, tímidamente, busca algún resquicio que le permita hacer notar su presencia. Estos días el calor se necesita más que nunca ... no por el frío sino para aliviar el mal de sentimiento que se acrecienta.

Planteo subir a la Laguna grande de Peñalara, circundarla y subir hasta el Refugio de Zabala .... seguramente no estaré sólo (en realidad nunca estoy solo) aunque se trata de un pequeño homenaje a los que ya no están aquí.

Calzo las tablas y comienzo el ascenso desde el parking; las últimas nevadas han dejando un precioso manto blanco, no demasiado profundo pero suficiente para foquear. A los pocos metros me parece divisar entre la niebla algún fantasma del cercano presente, aquel cuya pasión cambio de era, ya sabes lo que decía esa canción .... "porque la droga más dura es el amor sin medida" No sé si llegarás a leer estas palabras pero, si así lo haces, siempre encontrarás en mi a ese hermano cercano que es capaz de comprender todo.

Vayamos a la crónica del trayecto y despejemos nuestra mente de algunos fantasmas.

Decido tomar el camino "normal" hacia la Laguna grande ... no me equivoco porque hoy es el más tranquilo, silencioso, digno de una gran montaña.


Uno como no se acostumbra al placer del foqueo sin prisas ... con tanta carrera parece que siempre tenga que ir con prisa. Adapto el ritmo al día y me dejo llevar. Mis pensamientos se dirigen de nuevo al fantasma entre la niebla .... hoy es un día muy especial y espero que "el mañana" pueda más que "el presente" ... todo tiene solución.

No ha pasado mucho tiempo y llego a la choza de la guardería del parque ... bromeo con una pareja porque "me ha estropeado la foto". El día es fantástico y el paisaje, tan deseado durante el largo estío, alivia mi pesar.


No me diréis que no es mágico. Sigo el camino hacia la Laguna cruzándome con escasos humanos que han pensado que no es mal día para acercarse a la naturaleza y abrir hueco en nuestro estómago para la opípara cena de celebración de la noche mágica en este mundo occidental.

Apenas se deja distinguir la Laguna pero ahí está ... siempre mágica ... siempre llena de fantasmas.


Recuerdo aquel día, no muy lejano donde un grupo de amigos celebramos la Navidad acercándonos, con nuestras parejas, a estos lugares; para algunos era su primera aproximación al mundo mágico de la montaña en invierno ... ¡¡qué tiempos aquellos!!

Sigo mi camino hacia el refugio Zabala ... mi progresión es más rápida que la del resto de los  escasos paisanos que transitan por la zona; en la nieve o con raquetas o con esquís.

Ya se distingue la antena de a estación meteorológica que colocó la guardería del parque cuando restauró el refugio, después de la cesión por parte de la Sociedad que lo gestionó desde su construcción, por suscripción popular.

Pero la vida te trae grandes sorpresas y me encuentro al amigo Ismael que, junto con su hermano y algún compañero de trabajo, han decidido brindar por la Navidad en el refugio .... ¿por qué tendremos todos los amantes de la montaña las mismas ideas? ¡¡Qué grata sorpresa!! No le veía desde el Madrid-Segovía (100 Km por el Camino de Santiago) ... es un máquina.



Paso al refugio y celebro la Navidad con una barrita energética (nota: José Antonio para el próximo año echa en la mochila un dulce navideño y olvídate de las carreritas por algún día) ... y dejo mis fantasmas.


Un recuerdo para los ausentes, simbolizado en la placa que colocó la Sociedad Peñalara en el aniversario de su construcción a uno de los 12 amigos fundadores de la Sociedad, las tablas a la mochila, porque la nieve escasea por la zona, y pateada hasta el collado que me llevará al camino principal de Peñalara.

Calzo las tablas y desciendo en un visto y no visto al parking .... tal vez huyendo de los fantasmas ... o no.

En mi mente se repite aquella estrofa de una canción escrita por Pablo Milanés "... y en una hermosa plaza liberada, me detendré a llorar por las ausentes" porque, aunque algunos no lo entiendan, los hombres también lloramos.



Feliz Navidad 2010, fantasmas

Saludos,
José Antonio.

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